La digitalización en la minería: ¿Oportunidad o riesgo para Latinoamérica?

La digitalización ha comenzado a permeabilizar la industria minera en Latinoamérica, prometiendo aumentar la eficiencia operativa y la seguridad. Sin embargo, este cambio tecnológico no está exento de desafíos. Según un estudio de McKinsey, se estima que la implementación de tecnologías digitales puede incrementar la productividad de las operaciones mineras en un 20-40%. No obstante, la realidad es que solo el 15% de las empresas mineras en la región han integrado efectivamente estas tecnologías en sus procesos. Esto plantea una disyuntiva crucial: mientras que la digitalización ofrece un camino hacia la modernización, también podría acentuar la desigualdad entre las empresas que pueden invertir en estas tecnologías y aquellas que no pueden, potenciando un entorno de competencia desleal.

Adicionalmente, el Informe sobre el Estado de la Minería en América Latina de 2023 destaca que la falta de infraestructura adecuada y la escasez de talento calificado limitan la adopción de soluciones digitales en países como Perú y Bolivia, donde más del 60% de las empresas aún dependen de métodos tradicionales. La brecha tecnológica puede traducirse no solo en pérdidas económicas, sino también en impactos sociales negativos, ya que comunidades locales podrían ser excluidas de los beneficios derivados de una minería más eficiente y sostenible. Por tanto, es imperativo que los gobiernos y las empresas trabajen en conjunto para cerrar esta brecha, priorizando la capacitación y la inversión en infraestructura para garantizar que la digitalización no se convierta en un nuevo vector de desigualdad en el sector minero.